Opinión - Columnistas
El triste y el lumpen ante la verdad Por: Ariel Peña

Una columna en la Revista Semana del senador Gustavo
Bolívar, titulada “Uribe el triste” en contra del expresidente, por decir que se sentía
triste ante el deterioro de su reputación, no pasa de ser sino la misma retahíla
que los mamertos de distintas máscaras, prácticamente la tienen aprendida de memoria,
sin ningún rigor histórico, basándose únicamente en las emociones, en donde ante la carencia
de análisis se acude a distorsionar los hechos, resaltando que el senador de la llamada
izquierda, con sus narco-novelas exaltó la lumpenización en la sociedad, que como ya lo hemos
dicho en otras oportunidades es un método del marxismo cultural para envilecer y degradar a la
ciudadanía, buscando tenerla bajo el control absoluto de las fuerzas totalitarias
con la colaboración de idiotas útiles.
Dentro de esa columna, si hay algo
que causa asombro es la afirmación de Bolívar, acerca de que Gustavo Petro “ sin comunismo ni
castrochavismo, reconstruirá a Colombia y aportará al mundo su parte para frenar el cambio
climático”, por lo que en primer lugar habrá que decir, que a Petro como “defensor del
medio ambiente”, nunca lo hemos escuchado condenar al partido comunista chino que como gobernante de
ese país es responsable del 30% de la contaminación del planeta, siendo la nación asiática la
principal causante del calentamiento global, lo que significa que el doctor Petro tiene una
posición bastante exótica sobre el cambio climático con criterios políticos selectivos ante la
crisis ambiental.
Y decir que Petro no hace parte de las fuerzas
totalitarias comunistas, no corresponde a la verdad, pues habrá que recordar que el M-19 del
que fue militante destacado el jefe de la Colombia Humana, se fundó casi en su totalidad
por miembros del partido comunista y las Farc a comienzos de la década de los setenta,
buscando darle otra dinámica a la “revolución”, sin renunciar a los dogmas marxistas leninistas, o
sea que Gustavo Petro al ser militante de esa agrupación guerrillera tenía que estar
consciente de la postura ideológica que abrazaba la organización armada a la que
pertenecía, de suerte que no conocemos ni verbal ni por escrito que Petro haya renegado del
marxismo, igual sucede con dirigentes de los partidos Alianza Verde, Polo
Democrático y otros, que se la pasan hablando sobre “la verdad” del conflicto político-militar
que ha vivido Colombia.
Es un despropósito, cuando los que ciñen la doctrina marxista, que en su
aplicación práctica es la única responsable del conflicto político militar en Colombia, con todas
sus terribles consecuencias, elucubran sobre el miedo que le tienen los demócratas acerca de que se
conozca la verdad; cuando indudablemente la gran verdad ya es bien conocida y diagnosticada,
demostrándose que el único responsable de la tragedia que ha vivido el país con el conflicto armado
es el marxismo leninismo generador de toda la calamidad, al conformar bandas armadas para tomarse el
poder desde hace 6 décadas.
No se puede hablar de post-verdades, ni
del relativismo histórico en donde cada cual cuenta lo que se inventa o conviene, sino que hay una
sola historia y una sola verdad, y en un prolongado conflicto como el colombiano se intenta
refundir la verdad con las posturas maquiavélicas del marxismo, pero lo importante es saber de
dónde viene la narración, que en este caso es la del señor Bolívar, subrayando que por ser el
marxismo enemigo de la razón, en el no puede haber ninguna verdad.
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