Opinión - Columnistas
Señor Empresario Por: José Caicedo Solano*

Si se dice que una persona vive como un “rey”, creo que la
mayoría de la gente se imagina, que es porque esta moda de moverse, es de un alto confort, llena de
riquezas, buena vivienda, fiestas, licor y lindísimas damas (porque un `rey´ no es de una sola), y
su quehacer se limita a ese vicio de seguir los años en la parranda y para nada, denotan el
sacrificio de mandar y ser el responsable de su nación, de su pueblo, en cuanto tenga que ver con el
bienestar de su gente. Este tipo de gobierno lo han tenido muchos presidentes en Colombia, en donde,
delegan sus funciones y creen que con ello también han delegado sus
responsabilidades.
Vivir como un “rey”, denota, que el máximo jefe de la
comarca, ha emprendido sus acciones, asumiendo la responsabilidad general del beneficio de un
pueblo, así esté o no en sus funciones, como, por ejemplo, que la justicia sea un órgano operante en
su nación, cosa que, en Colombia, no solamente cojea, sino que se encuentra con una enfermedad
putrefacta que hace metástasis en el ejecutivo, legislativo, se arrastra a la empresa privada y como
decía la propaganda, al público en general.
Vivir como un Rey, es que la
gente vea en él, la máxima esperanza, para su desarrollo, tanto en lo personal como en lo
institucional, y así tener su magna educación e ingreso digno de una empresa privada, sin llegar a
ser congresista, para darse un sueldo y pensión inmerecida de millones de salarios, adjuntando la
enfermedad de pus que combina con la justicia.
Vivir como un Rey, es
rodearse bien de buenos ministros y asesores, que no encauce los ingresos a negocios personales y
obtenga comisiones “carrasquilleras” de acueductos y volar hacia flotas de carga y pasajeros, que
parece que no fue tal noble la comisión, que dichos “flayes”, no se aguantaron la posible `avionada´
y ahora se mira hacia el banco central.
Vivir como un Rey, es respetar los
recursos naturales, y no cambiar la coimita de diez toneladas de tapabocas y taparrabos de parte de
una nación “majita” y entregar minas de oro, donde la mayor riqueza es la flora, la fauna y por
consiguiente la mayor finura del universo que es el aire y el agua.
Entonces, señor empresario, usted, señor gerente, de que tipo de vida de rey quiere
llevar…Entre más alta sea la dignidad del cargo, más compromiso, más responsabilidad y
comportamiento ético debe llevar el ejecutivo. Lamentablemente, aquí se prejuicia a un alto director
técnico, porque ha “mechoniado” a una prostituta, sin saber quien tenía la razón, y esto se hizo de
boca de un presidente de la república. Miremos que vivir como un rey, más que un comportamiento
unipersonal, es un sentimiento sociológico, en donde el rey es feliz, porque así está la linda
bastardad que está gobernando. Es decir, todos, no los solos banqueros de esta nación, antigua Nueva
Granada.
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