Opinión - Columnistas
Sin dignidad y sin diplomas Por: Oscar Jahir Hernández Rugeles

De la misma forma un reconocido locutor de la ciudad firmó un contrato con el municipio de Floridablanca falsificando sin la más mínima vergüenza un diploma de la facultad de Comunicación Social de la Universidad Pontificia Bolivariana, dándose por terminada su vinculación laboral después de denunciar el caso.
En el municipio de Barichara, el pueblo en general creía que una de las funcionarias de la secretaría de planeación era abogada y terminaron conociendo que no lo era, cuando les demostré las mentiras que durante años le había sostenido a la comunidad.
Y todo esto sin descontar los tres diplomas falsos que tenían sendos contratistas de la alcaldía de Bucaramanga y la Personería del mismo municipio a quienes denuncié públicamente a través de una columna semejante a esta.
Mi deseo jamás ha sido dedicarme a perseguir a las personas que mienten sobre sus estudios académicos o falsifican su documentación personal para demostrar lo que no son. La verdad es que en el transcurso diario de mis actividades me he encontrado en el camino con circunstancias que me muestran con claridad esta clase de mentiras y siento que mi obligación como ciudadano es darlas a conocer.
Uno de esos casos es el de la actual representante legal del partido Liga de Gobernantes Anticorrupción, Adriana Lizeth Vargas Uribe, quien hace ver en sus redes sociales una vinculación académica directa con siete instituciones universitarias nacionales y extranjeras, sin que se conozca hasta el día de hoy ningún diploma ni título de grado a su nombre, ya que solo dos de ellas han verificado la realización de unos cursos de educación no formal que no otorgan títulos académicos, algo que se conoce en otros países como cursos de verano.
En igual sentido existe una hoja de vida donde manifiesta ser administradora de negocios de la Universidad de Canterbury de Nueva Zelanda, pero en una acción de tutela reconoció que sus presuntos estudios de administración los realizó en la Universidad de Houston en los Estados Unidos, sin mostrar un solo documento que acredite como cierta esa declaración o una resolución del Ministerio de Educación que haya convalidado esos estudios en Colombia.
El problema no es si Vargas Uribe no tiene una vida académica cierta, el problema es que, para ser representante legal de la Liga, según los estatutos aprobados por el Consejo Nacional Electoral, se debe ostentar un título profesional o de lo contrario se estaría frente a un posible fraude procesal. Si lo que se quiere, como lo añoran algunos, es ponerle punto final a esta discusión, lo único que hay que hacer es mostrar el diploma ¿Lo quieren más simple?
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