Santander - Región
Más catástrofes naturales en Santander y ola de destrucción del invierno se ensañó con Tona

REDACCIÓN/EL FRENTE.
El
municipio de Tona, Santander, está aislado del resto de la región porque la creciente del río del
mismo nombre aumentó el caudal de sus aguas debido al inclemente invierno y provocó una avalancha
que acabó con puentes, vías, viviendas, enseres y cultivos.
Los
primeros registros señalan que unas 300 familias de las veredas Chiscapá, El Gramal y Lizama son
las más afectadas por esta catástrofe provocada por la naturaleza que ha inundado cultivos de
papa y cebolla y son más de 500 de hectáreas las que fueron cubiertas por las
aguas.
En el sector conocido como El Limón, que comunica con la vereda
Chiscapá, el cauce del río se desplazó, formó una avalancha y arrasó con la entrada de una finca
y con todo lo que encontró a su paso.
Colapsan cinco puentes
La zona presenta,
como parte de las afectaciones, dos puentes vehiculares caídos, tres puentes peatonales
colapsados y gran parte del talud de la margen izquierda del río Tona, al paso por el casco
urbano, erosionado, señala el resumen de la entidad.
El alcalde de Tona,
Elkin Pérez Suárez, decretó cierre temporal de la vía que comunica el casco urbano con el sector
rural de El Gramal y de forma total con el corregimiento de Berlín, para adelantar obras de
recuperación de la vía, además, declaro la calamidad pública.
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